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Los oídos de los monitores, incluidos los míos como monitora de esta modalidad, se inundan de preguntas en algunos casos desesperadas sobre cómo perder peso a través del deporte. Y es que, como mencionamos en el post sobre alimentación, ésta junto con la actividad física, ¡conforman el puzzle perfecto para mantenernos en forma!
Desde siempre, uno de mis hobbies preferidos ha sido el baile, y en un punto de mi vida, decidí aprovecharlo y sacar partido de ello. Desde el punto de vista psicológico, la música y el baile, son elementos imprescindibles de interacción con las emociones de las personas. ¿Quién no disfruta bailando en su casa su canción preferida? Es por ello, que consideré estudiar más a fondo este proceso de aprendizaje, y encontrar sentido a las sonrisas que provocan la música y el movimiento.
Fue así como conocí al maravilloso Danny Zambrano, fundador de Baileactivo, Nuria Guijarro Llaguno, Emmy Fierro y su increíble equipo. Un conjunto de personas con competencias exigentes y un talento innato para transmitir esa energía e ilusión que llevan dentro.
Tras convertirme en monitora de Baileactivo, comencé a observar los cambios. Desde siempre mis entrenamientos físicos incluían la actividad del baile, pero desde ese momento, se convirtió en una rutina; y por qué no, en una modalidad de vida, ya que, la psicología y el movimiento, caminan de la mano en muchos aspectos de la salud.
Debemos considerar, que las actividades coreográficas, sugieren un entrenamiento adicional de nuestros mecanismos neuronales, lo que previene el envejecimiento cerebral prematuro. A esto, debemos añadirle la riqueza que nos puede proporcionar esta actividad colectiva. Sonreír, transmitir, empatizar y cooperar, son unas de las numerosas habilidades que ejercitamos en las clases de baile, y que se consideran elementos importantes que configuran los valores personales en la sociedad. No debemos olvidarnos, de la inteligencia ejercitada en esta actividad, puesto que la toma de decisiones en períodos micros de tiempo se repiten a los largo del ejercicio (como movernos, que partes del cuerpo coordinar, e incluso que expresión podemos mostrar en el rostro). En relación a la interacción con el resto de compañeros, la socialización desencadena el fortalecimiento de nuestra autoestima, algo clave para prefijar nuestro autoconcepto, y asegurarnos de ser personas fuertes y vitales.
Por último, otro de los factores que debemos recalcar dentro de los beneficios que puede aportarnos el baile, es la conexión. Los sonidos, las melodías, y el acompañamiento del cuerpo con las notas musicales proporcionan un estado de alivio embriagador, que consigue tornar nuestro estado de ánimo, y vincularnos con nosotros mismos y los demás. Porque la música y el baile, nos conecta con nuestro interior, y logra que empatizamos con los que nos rodean.
De esta forma, los monitores intentamos transmitir nuestras sensaciones. Al conseguir hacer de mi hobby uno de mis trabajos, comprendí que el objetivo del baile no solo se basa en la realización de ejercicio físico, sino en el bienestar psicológico de cada una de las personas que atraviesa la puerta en la hora de cada clase.
Me gustaría terminar con una única frase, que puede resumir todos estos beneficios: El baile no solo enciende el cuerpo, sino también la mente y el corazón.